Colocar la salsa de soja, el mirin, el azúcar, el sake y el jengibre a una olla con fuego alto y removiendo hasta lograr disolver el azúcar.
Dejamos cocinar durante 3 minutos aproximadamente. Reservar a temperatura ambiente.
Limpiar las pechugas de pollo, quitando lo más posibles esos pequeños restos de grasa que pueda tener y lo cortamos en trozos medianos.
Como guarnición con el pollo lo más común es utilizar cebolla que se cocina con el pollo. Buscando simpre que caramelizada, esto se va a lograr en buena parte al azúcar que contiene la salsa teriyaki. En este caso hemos elegido una cebolla grande, la cortamos en juliana en tiras gruesas.
En una sartén amplia ponemos a calentar el aceite y añadimos los trozos de pollo y la cebolla. Doramos durante unos 5 o 6 minutos. Añadimos la salsa teriyaki que tenemos preparada y dejamos cocer a fuego medio durante 15 minutos. Veremos que el pollo está brillante, como lacado con la salsa, y esta casi se ha consumido.
Cuando lo vayas a servir y un toque de semillas de ajonjoli.